Todo lo que sé sobre el buen fotoperiodismo es gracias a José Luis Pindado. De él aprendí a ejercer este maravilloso oficio de forma humilde, sin estridencias, ni divismo, solo con el buen hacer por bandera y el amor a la profesión.
Ha sido un magnifico director de orquesta, el mejor diría yo, durante todos estos años siempre estuvo de parte de los fotógrafos colaboradores por encima de cualquier consideración, lucho y defendió nuestros derechos sin pedir nada a cambio.
Desde hoy por la maldita palabra ERE que ni siquiera existe en el diccionario de la Real Academia Española de la Lengua, deja de trabajar en Diario Médico publicación en la que ha trabajado más de tres lustro dando lo mejor de si mismo. Es triste ver una vez más cómo los mejores profesionales quedan desperdiciados en el vacío.
Esta no es una carta de despedida, ni tan siquiera un hasta luego porque seguiremos caminando juntos, solo son unas letras de eterno agradecimiento por todos estos años y porque nunca valoramos lo que tenemos hasta que lo perdemos.
José, solo termina una etapa importante en tu vida, pero de igual modo que se cierra una puerta se abren otras. Te espera un futuro maravilloso, pues la fotografía es un oficio apasionante que se nos mete en la piel, que cambia nuestra mirada, que determina nuestra vida y que no nos abandona nunca. Los primero días te sentirás huérfano, pero irá pasando y pronto te encontrarás embarcado en nuevos proyectos.
Un fuerte abrazo compañero y "You'll never walk alone"
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